La problematización del estatuto del trabajo y sus derechos asociados viene siendo puesta en cuestión hace muchos años desde América Latina y el contexto de la pandemia profundiza este debate y permite enfatizar aspectos que, aunque pareciera evidentes, siguen siendo soslayados en las políticas e instituciones públicas y privadas. Por un lado, la sociología del trabajo latinoamericana problematiza la interpretación del mundo laboral centrada en la imagen de la relación asalariada propia del modelo fabril de la etapa fordista – keynesiana y, por otra, la teoría crítica latinoamericana pone de relieve que incluso en nuestra región la expansión del capitalismo mercantil y sus formas de trabajo asalariadas nunca se generalizaron como ocurrió en otros continentes. Por su parte, desde hace décadas los movimientos feministas y la economía feminista que tienen potentes resonancias y especificidades en nuestra región, sostienen que las desigualdades tienen origen en la invisibilización del trabajo femenino en el ámbito del hogar y en los espacios públicos y comunitarios.A partir de todos estos enfoques y legados consideramos que centrarse en el modelo de trabajo asalariado reduce el campo de estudio e invisibiliza otras realidades y soluciones en materia de políticas públicas e intervenciones de distintos agentes. La relación asalariada formal y privada sigue siendo relevante pero no representa el universo de las personas que trabajan, al tiempo quese entreteje con un conjunto de condiciones y relaciones sociales para resolver las necesidades. En este panel nos proponemos debatir sobre los sentidos y problematizaciones de experiencias latinoamericanas vinculadas al campo de las economías populares, comunitarias, campesinas, solidarias, feministas, centrándonos en la producción de subjetividad y en los procesos organizativos ligados a dichas economías en distintos contextos regionales de América Latina.