El 4 de agosto, el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, la Fundación Friedrich Ebert, el IADE y el Grupo de Trabajo CLACSO Seguridad Social y Sistema de Pensiones organizaron el Tercer Encuentro: “El desafío social en tiempos de pandemia. ¿Cambios estructurales en los regímenes de bienestar?” Los ponentes fueron: Fernanda Raverta, Directora Ejecutiva de la ANSES. Simone Cecchini, Oficial a cargo División de Desarrollo Social de la CEPAL. Karina Batthyány, Secretaría Ejecutiva de CLACSO. Svenja Blanke, Representante Argentina FES y Directora de la revista «Nueva Sociedad». Moderó: Nicolás Dvoskin, Instituto Argentino para el Desarrollo Económico.

Para Svenja Blanke, “el virus desnudó las desigualdades tanto a nivel mundial como a nivel regional en América Latina y el Caribe, como a nivel nacional en la Argentina también. ¿De qué mundo venimos? Venimos de un mundo donde la vida, o la persona, o el valor del trabajo, valen mucho menos que el valor del mercado, las empresas y sus ganancias. Es interesante que tuvimos que esperar hasta que un virus desnudara estas desigualdades brutales en términos económicos, en términos sociales, en términos ecológicos, en muchos términos. Entonces estamos ahora en una fase –que todavía no ha terminado– de ver si podemos ir a un mundo obviamente mejor, con menos desigualdades, con más igualdad, con sociedades más justas, más equilibradas, más democráticas y más sociales. Es más bien todavía una esperanza mirando lo que ha pasado, porque en muy poco tiempo de golpe fue algo posible –incluso hasta algunos socialdemócratas no nos hubiéramos imaginado– una intervención estatal no solamente en América Latina sino a nivel mundial, en Europa, en Alemania, muy grande, muy fuerte, hasta donde hasta los liberales dijeron ‘sí, necesitamos ahora el Estado para ayudarnos’, porque solamente un Estado puede ayudar en una crisis tan grande como la que vivimos en el año 2020. Creo que es una posibilidad de un cambio de paradigma y creo que debemos tener cuidado de no parar de hablar de eso en el momento cuando ya estamos en la fase post pandémica. Porque justamente frente a estas desigualdades tenemos que trabajar la igualdad en las sociedades en cuales vivimos. Entonces se han mostrado que el Estado está de vuelta como un actor político que en muchos tiempos pensábamos que no era posible, y además se han mostrado que aquellos estados cuyos sistemas sociales son más sólidos, los Estados que tienen mejores políticas sociales, o más profundas, más grandes, más amplias, han navegado mejor por la crisis porque han podido proteger mejor a sus ciudadanos y sus ciudadanas en un sentido social. Por ejemplo, Alemania –no digo que todo ha sido bien y perfecto si no que lo han corregido mejor–, y acá en Argentina también, uno de los muy pocos países en América Latina donde la cuestión social estaba y está en el centro de la cuestión política en un sentido de ofrecer por lo menos algo en una crisis tan profunda”.

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