“Lo que estamos viendo es una nueva derecha nostálgica del pasado autoritario”
Juan Pablo Luna

El Departamento de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República (UDELAR) de Montevideo, Uruguay, y CLACSO organizaron el 3 de octubre el Seminario Internacional “¿Ultras, radicales, nuevas, alternativas? Las derechas emergentes en América Latina”. Uno de sus participantes fueel académico argentino Juan Pablo Luna, doctor en Ciencia Política en la Universidad de Carolina del Norte y profesor en la Universidad Católica de Chile.
Analizó que “en el caso latinoamericano en particular lo que hay es una centroderecha o una derecha de los 90 y los 2000 más bien globalizantes, de apertura económica, en los casos donde proveníamos de dictaduras militares de limpieza de nombre y de sacar credenciales democráticas, etcétera. Y lo que estamos viendo hoy es esta nueva derecha nostálgica del pasado autoritario, muchas veces con relaciones filo militares, con una relación mucho más ambigua con el pasado autoritario y a veces abiertamente permeada por esas lógicas. Y eso le pone a la derecha más tradicional frente al dilema de qué hacer, que es el dilema que han tenido de las derechas europeas y el dilema más bien en general, y lo que hemos aprendido de esos casos por lo menos es que esta nueva derecha se la lleva puesta a la derecha como Kast denomina a la centro derecha chilena ‘la derechita cobarde’, la derecha que no se anima a romper con lo políticamente correcto, que no reivindica lo que hay que reivindicar del pasado autoritario, que tranza eventualmente con la centro izquierda y que negocia. En ese sentido, hay por un lado una amenaza fuerte que plantean estos nuevos partidos a los partidos más tradicionales, pero lo que estamos viendo en todos lados es que el poder de los votos, que el poder de las lógicas electorales termina más bien haciendo que las derechas tradicionales terminen usualmente siendo consumidas por estas nuevas derechas.”
Agregó que, a su entender, en la población “hay un sustrato de descontento con el sistema, de descontento con lo que se empieza a mencionar como una nueva década perdida en América latina, en el que sectores probablemente no demasiado intensos, no demasiado radicales, finalmente deciden votar por un candidato de este tipo… Hay un sustrato de descontento que a veces lo moviliza a la izquierda, a veces lo moviliza a la derecha, pero lo que tiene como mínimo común denominador es un descontento con el sistema, con los rendimientos, con lo que viene siendo la capacidad del Estado en términos de solucionarle la vida a la gente o no complicarle más la vida a la gente.”